Un domingo noche insuperable: un anochecer frío y lluvioso afuera, mucho calor adentro. Un mar de tiempo para arreglar mi cuarto, escribir coreos, escuchar música, tomar un baño laaargo y caliente. Acostarme tempranito con un buen libro. Nuevas sábanas y un pijama caliente. No pensar en mañana.
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