límites

El domingo hubo un gran evento en la cancha de fútbol de mi pequeño pueblo: un ‘campeonato sin límites’ entre las 10 comunidades de Heers. Formamos un equipo de unas 15 personas con la orquesta (la de los ensayos y cervezas los viernes). Probaron nuestra (limitada) velocidad, habilidad y fuerza: hubo carreras de obstáculos, vigas sobre una piscina, lanzamientos de huevos,… En fin, nos matamos para ganar. Lamentablemente, terminamos en el segundo puesto… Y eso que hasta ahora me duele todo el cuerpo, sobre todo mis abdominales y los músculos de las canillas. Y ayer tuve que quedarme en la cama después del almuerzo, consecuencia de defender el equipo toda una tarde en el viento en una cancha de fútbol. En fin, un campeonato sin límites para personas con límites… ¡nunca sabes qué efecto pueda tener esa combinación!